DARLE VALOR AL LUGAR Y/O SITUACIÓN EN QUE ESTÁS

Noveno grado, 5 p.m., clase de mecanografía, Alejandra me nota triste y me pregunta que me pasa y yo, con absoluta sinceridad, pudiendo por fin colocar en palabras como me había estado sintiendo los últimos días, le digo que estoy triste porque siento que si me llegara a morir no habría dejado ninguna huella en el mundo.
Recuerdo con cariño al que fue mi profesor de filosofía, recuerdo que hacía bastante énfasis en la famosa pregunta “¿quién soy?”, así abordaba la materia, y nunca me afané por responder esa pregunta, sabía que su respuesta la descubriría con el tiempo, a medida que conocía más y más lo que Dios decía acerca de mí, lo creía y decidía ponerme de acuerdo con Él para decir lo mismo. Pero sí había otra pregunta, otra pregunta que por esos días daba vueltas en mi mente: “¿Y yo, qué huella estoy dejando?”
Cuando pude ponerlo en palabras y responderle a Alejandra, lo supe, había dentro de mí un afán por dejar huella, por ser una grafitera de la vida que marcara todo a su paso con un “yo estuve aquí”. No sé si tuviste una experiencia similar, pero hoy digo que en ese entonces me di cuenta de la necesidad que había dentro de mí por un Edén, por un lugar para dejar huella, un lugar para labrar, cuidar y dar nombre.
El Señor Dios puso al hombre en el jardín de Edén para que se ocupara de él y lo custodiara… Entonces el Señor Dios formó de la tierra todos los animales salvajes y todas las aves del cielo. Los puso frente al hombre para ver cómo los llamaría, y el hombre escogió un nombre para cada uno de ellos.
Gn. 2:15-19
GRDN
Prepárate
¡Wow, Adán, qué privilegio y qué responsabilidad!. ¿Y si te dijera que ese privilegio y esa responsabilidad no es sólo cosa del pasado, sino que “cuando los seres humanos aceptamos y nos sometemos al modelo de Dios, del lugar y el tiempo en que nos puso, vamos a convertir nuestro entorno en un Edén”? (Apóstol Edgardo Peña. Perspectiva Profética 2023).
Necesitamos comprender que, así como a Adán Dios le asignó unas coordenadas precisas de tiempo y espacio, nosotros también llegamos a este mundo con unas coordenadas precisas de tiempo y espacio, es decir que fuiste hecho para este tiempo, para este día. Necesitas aceptar, abrazar, amar el lugar de Dios para ti y dejar de perseguir falsas oportunidades y falsos sueños. Hay gloria que Dios quiere derramar sobre ti en el lugar en el que estás, y es necesario que lo valores y dejes de quejarte. Necesitas entender que eres ministro de Dios donde sea que te encuentres y no tienes que ser presidente, ni gobernador, sólo tienes que ser tú, un hijo de Dios, sometido al Gobierno de Dios y allí es donde Dios comienza una revolución contigo. Ponte los lentes de la visión profética para entender el porqué del lugar en que estás y las personas con quien estás.
 
Conclusiones tomadas de Perspectiva Profética 2023.
Andrés Peña y Edgardo Peña.
Cuando finalmente entró en razón, se dijo a sí mismo: “En casa, hasta los jornaleros tienen comida de sobra, ¡y aquí estoy yo, muriéndome de hambre! Volveré a la casa de mi padre y le diré: ‘Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de que me llamen tu hijo. Te ruego que me contrates como jornalero’” (Lc. 15:17-19). Darle valor al lugar en el que estás también implicará volver en el corazón (las veces que sea necesario) a la casa del Padre, a la posición de hijo, amado, perdonado y siempre bienvenido.
Este 2023 dejemos huella, hagamos de nuestro entorno un Edén, donde la gloria de Dios descienda y su Reino se establezca. Cuidemos, labremos y demos nombre.
¿Quién sabe si no llegaste a ser reina precisamente para un momento como este?
Ester 4:14
Joys Amarís 
Completamente conocida por Él y aún así, completamente amada.

1 Comment


Yury Joselina - March 6th, 2023 at 3:52pm

Hermoso y muy profundo mensaje. Gracias Joyce.

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