Modo Profético: On / Off

“Un saludo profético”, decía una notificación en la pantalla de mi celular. 

Era un mensaje de Checho, un amigo reciente que hicimos en un evento tres meses atrás; y nos saludaba así a los integrantes del "Nemocón con puestos", un grupo de WhatsApp que habíamos creado para seguir en contacto.
Por horas, él y sus amigos nos estuvieron escuchando muy atentos, a mis amigos de La Casa y a mí, contarles nuestros testimonios de Sobredosis, mientras viajábamos hasta el lugar campestre en el que se desarrollaría el evento. En la noche, cuando empezó la pachanga, (muy cristiana se los aseguro) dijo Checho, mientras reíamos de alguna bobada dicha en la mesa, “que me pongan un Carlos Vives bien profético” , a  lo que nosotros respondimos riendo con él porque tiene un gran sentido del humor. Sin embargo, mi mente, que tiende a irse a la hiperreflexión,  dejó en remojo el tema para luego pensar sobre algo en lo que Checho, sin quererlo, llamó mi atención.
Es muy natural escuchar en algunos círculos evangélicos ese concepto cuando hablamos de conferencias, presbiterios proféticos, de una persona “muy profética”, la alabanza, una expresión artística o un acto con el que Dios habló, y si prestamos atención a las conversaciones, pareciera que lo profético nos sucede solo dentro del marco de las reuniones a las que asistimos.
Pero tú y yo somos conscientes de que la fuente de lo profético nos habita. Va con nosotros a donde quiera que vayamos. Es el espíritu de Jesús, entonces lo profético no debería dar la impresión de ser solamente algo exclusivo de las reuniones.
…” porque la esencia de la profecía es dar un claro testimonio de Jesús” - Ap 19:10 NTV
Nuestra autoridad en este tema en La Casa, Andrés Peña, director del Movimiento Sobredosis, nos ha enseñado que lo profético implica escuchar a Dios, pero también caminar sobre eso que Dios ha dicho. Ver, pero también avanzar. No se vale quedarse contemplando y no ponerlo en acción. Casi siempre, por no decir siempre, Dios nos revela algo acerca de nuestra vida o de los demás, no  para que acumulemos datos curiosos de su gran centro de operaciones, sino para que asumamos nuestra responsabilidad, bien sea comunicar lo que Él quiere hacer saber a otra persona, que oremos por su sanidad, o que tomemos acciones en nuestra  vida. En ese orden, lo profético no debe ser solo una experiencia, sino una manera de vivir, porque Dios está obrando todo el tiempo.
Pero Jesús respondió: «Mi Padre siempre trabaja, y yo también».
Juan 5:17 NTV
Jesús estuvo todo el tiempo viviendo para la voluntad de su Padre. No era ocasional. Me atrevo a decir que todos los que hemos servido alguna vez en Sobredosis, podemos confirmar que  “hay más bendición en dar que en recibir” ( Hechos 20:35), porque quienes reciben nunca saldrán igual a como entraron, pero quienes servimos tampoco. Cada oportunidad es única y no se parece a la anterior. Ser colaboradores en la restauración que el Padre está haciendo en la vida del otro, nos afirma también a nosotros en nuestra identidad, y en que el Padre confía y cuenta con nosotros.
“Les digo la verdad, el Hijo no puede hacer nada por su propia cuenta; solo hace lo que ve que el Padre hace. Todo lo que hace el Padre, también lo hace el Hijo”
 Juan 5:19 NTV
Y en línea  con lo que hemos aprendido del Pastor Edgardo, la voz de Dios siempre nos lleva en un proceso de transformación, como el gusano en su proceso a mariposa, vamos en proceso a parecernos cada vez más a Jesús.
Autora Amy Patiño
Yo, no quiero vivir como con un botón de encendido y apagado para ser como Jesús  ocasionalmente, y siempre que sea en el rol de ministro. Cada circunstancia de la vida es una oportunidad para seguirlo en todo. El Pastor Edgardo dice una verdad demoledora que me exhorta siempre que me acuerdo: "a algunos les fascina caer en el Espíritu, pero no quieren saber nada de caminar en el Espíritu", creo que mejor ilustración de qué significa lo profético no puede haber. No es una experiencia ocasional donde nos estremecemos una vez, pero vivimos con los modelos de pensamiento paganos, separando la vida entre lo secular y lo eclesial.
No estoy hablando en absoluto de ser perfectos, porque sabemos que somos pecadores que estamos siendo santificados por medio de Cristo.
Hablo de ser entendidos en lo que es vivir proféticamente; rindiéndose a la transformación, aunque estar en la crisálida muchas veces duela. Ser intencionales para vivir como si estuviéramos, como Jesús, en servicio todos los días. Porque de hecho lo estamos. En el bus o el Uber, en el trabajo o la universidad, en la familia… Cada ocasión es una oportunidad para hacer la voluntad de Papá y traer el cielo a la tierra.
En "Nemocón con puestos" ya vamos en que se espera encontrar en Pneumadelic Fest unas longanizas bien proféticas, ja, ja, ja y me imaginé a Jesús preparando, no las longanizas, pero si unos buenos tacos mexicanos que sé que habrá, salchichas alemanas, o un buen ajiaco colombiano, y proféticos. ¿Por qué no? Si lo hizo una vez para Pedro y los discípulos, con un buen filete de pescado al desayuno, también puede hacerlo por ti: una canción, una sonrisa, un saludo, un abrazo, una invitación a un café o una empanada que, como a Pedro, le sanen el corazón y lo devuelvan a su destino. Rindámonos en lo diario al testimonio de Jesús, a lo profético.
Zulma Rojas es una mujer apasionada por lo profético y que anhela ver a las nuevas generaciones caminando en el poder y el amor de Jesús . Además de ser una experta en publicidad en medios digitales, Zulma ama el cine y permanece buscando diversas formas, creativas y artísticas, de hacer famoso el nombre de Jesús.
La foto de portada es una obra de Amy Patiño

1 Comment


Ivette Gómez - August 12th, 2022 at 6:27pm

Me encantó este escrito, gracias Zul, me deja en la perspectiva correcta para arrancar este Sobredosis💪

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