Discernimiento: La necesidad de esta época

A ti también te han dicho una falsa profecía. Lo sé. Puedo verlo en tus ojos. Puedes admitirlo con tranquilidad y, si quieres, nos podemos abrazar y llorar juntos; o puedes tomar el papel de juez, al que Dios te llamó y hacer algo al respecto. Que Dios te llama a juzgar y sobre todo en esta época, es una realidad, y también que debes hacerlo desde la autoridad que has recibido como integrante de la iglesia de Cristo.

¿Cuándo fue la última vez que le dijiste a algún hermano: "Esto que me dices no viene de Dios" o cuándo fue la última vez que un hermano te lo dijo? Te lo pregunto porque si eso no pasa, si nunca pasa, estás desobedeciendo las Escrituras. Una comunidad profética sana debe tener la costumbre de juzgar las profecías. ¿Se te ocurre alguna otra forma posible para crecer en el don? ¿Por qué crees que Dios nos hizo iglesia, comunidad?

“Pero, ¿qué necesidad? —puedes estar preguntándote— ¿En serio tenías que empezar este texto con tanta rudeza?”, solo te puedo decir que crecer en el discernimiento es urgente. Tuve la oportunidad de conversar con el pastor Andrés Peña y él me ayudó a entender por qué me sentía tan impulsado a conversar con personas que me dijeron algo hablando en nombre de Dios y que, yo sabía, no venía de Él. 

Al final de este texto vas a encontrar una predicación de John West que aborda el tema del discernimiento de espíritus con profundidad y que te va a dar claves para entender por qué es tan urgente crecer en esto y porque hay que hacer uso de todas las herramientas que Dios nos dio para ese propósito, además de ahondar un poco en estas y explicándote con ejemplos de su propia experiencia espiritual.

Mientras que ideas Jezabélicas llenan los aires, algunos intentan manipular (en la iglesia y fuera de ella) desde el espíritu de adivinación y el espíritu de temor es difundido incluso desde ámbitos políticos y de comunicación, la iglesia no puede permanecer en silencio ni pasiva. Es hora de que te levantes en autoridad y partícipes del juicio que Dios quiere traer a la tierra, Su sano juicio.