¿Quién eres?

¿Quién eres?
Cómo no dar gracias, cuando tu amor y misericordia desbordan la razón e inundan el corazón.
Eres único, nadie puede igualar tu cercanía y cuidado.
Amor de amores, inagotable, eterno amor.
Solo Tú das fuerzas y esperanza, solo en Ti podemos soñar con la convicción de llegar a cumplir nuestros más anhelados sueños, porque eres estratégico y nada se te escapa.
Nuestra vida crece, se alimenta y reverdece a tu lado.
Eres inspiración, das gozo, infundes paz.
Eres dulce, tierno, amoroso, actúas siempre como el enamorado conquistando a su novia, conquistando corazones con verdad absoluta.
¿Acaso podríamos encontrar transparencia igual?
Siempre estás atento, siempre alerta a suplir nuestras necesidades, nuestros sueños, a llenarnos de amor, a disponer todo el bien, a brindar perdón y cercanía.
Tu Presencia es inimaginable, inexplicable, pero también inconfundible, es un respirar de vida, nos atraes con un simple y profundo respirar.
A pesar de nosotros, Tu Amor no se apaga.
"Gracias, gracias, gracias", palabras que brotan de nuestros labios.
Eres integral, eres nuestro regalo nunca merecido, pero también somos tu regalo.
Entras a nuestras vidas de manera sigilosa y permaneces para siempre, ahí estás, ayudándonos, salvándonos, rescatándonos.
Muchas veces creemos que nos has olvidado, que no te acuerdas de nosotros, nos sentimos solos, sin saber qué rumbo tomar...
Pero ahí estás, algunas veces en silencio, otras, como un rayo en medio de la tormenta.
El recuerdo de lo que has hecho por nosotros hace que nuestras lágrimas no paren, lágrimas de alegría que brotan desde lo más profundo de nuestro corazón.
Te amamos y no lo comprendemos.
A veces, tras lo que vamos, no es lo que vemos; la desesperanza nos limita, nos confunde, nos ahoga y con solo mirarte sentimos sosiego.
No queremos dejar de ser lo que somos, queremos ser mejor de lo que nos creemos que somos.
Lo incorrecto no es lo mejor, pues lo que no está en tu corazón, no es lo correcto.
Eres nuestro ayudador, quien trabaja en lo secreto y de manera constante.
Necesitamos que nuestra confianza en Ti crezca y que nuestro temor se desvanezca.
Que nuestra confianza en Ti sea tan sencilla como la de un niño, tangible e inocente.  Porque esperar, difícil es.
Todo el tiempo, nuestros corazones son como un vaivén, van de la desesperanza a la esperanza y de la esperanza a la desesperanza.
Somos frágiles y cuando Tus Ojos nos miran, nuestras fuerzas son renovadas.
Eres dulce y fuerte a la vez, corriges con dulzura sin olvidar nuestras infinitas y molestas debilidades.
Somos despistados, cometemos miles de errores, días tras día y Tú, nos contemplas como tus bebes traviesos, locos, desobedientes, groseros y altaneros.
Somos intencionales, de ti nos olvidamos.
Hoy, como en otras ocasiones, venimos a decirte: no te olvides de nosotros, a pesar de nosotros.
¿Qué seríamos sin ti?
Nos diste vida.
Queremos que nuestra expectativa supere nuestra imaginación.
Nuestra constante búsqueda de amor, de corrección, de deseos, de un futuro nuevo y mejor, dejamos ante ti.
Solo Tú llenas el corazón, solo Tú renuevas y sacudes nuestro ser.
Te necesitamos, eres irrefutable, irrepetible, genuino y verdadero.
Rodéanos con tus brazos, cúbrenos como la gallina a sus polluelos; que tu abrigo y calor trascienda nuestro cuerpo, alma y mente.
Nuestra rutina, sin ti, está vacía.
Eres la sazón del día, la cobija y el café en una fría tarde.
Perdona nuestras ausencias, nuestras frialdades, nuestra poca y nula sensibilidad.
Perdónanos por no ser constantes en nuestro amor hacia ti, por no explorar más de ti, por nuestra lejanía y antipatía.
Perdónanos por olvidar nuestras citas contigo, o por recordarlas y ocuparnos.
Perdónanos por andar buscando en el mundo, en los cercanos, en las circunstancias, en lo de afuera, la banalidad, los aplausos, el reconocimiento y la inspiración.
Perdónanos por olvidar tu consejo, por rechazar tu instrucción.
¿Cómo haces?
Lo has entregado todo y ni cuenta nos damos.
Tu Amor rebasa todo entendimiento, no tiene límites, es inexplicable, pero también es sufrido.
¿Quiénes somos?
Nos creemos lo mejor, nos comparamos y salimos triunfantes.
Somos altruistas, lo pensamos. Somos bondadosos, nos lo creemos. Somos mejores que los demás, nos convencemos de ello.
Nunca, jamás, podremos compensar lo que haces.
Eres como un faro, qué al encontrar su luz, da paz, revela el norte y trae confianza.
¿Cómo haces para estar tan lejos y cerca a la vez?
¿Cómo nos aguantas?
Hoy nos acordamos de ti, mañana no sabremos.
Atráenos, atráenos.
Eres nuestro pilar, no permitas que lo olvidemos.
¿Podemos hacer algo para cambiarnos?
En nuestra búsqueda por ser mejores, ayúdanos a no desviarnos, a no confundirnos y a no olvidar de dónde vinimos.
Pero tampoco a enaltecernos, que seamos sencillos como polvo de la tierra que somos y adónde finalmente iremos.
¿Quién eres?
Si te gustó este texto, lee: Los ojos de mi hermanoMesa para dosReivindicada.
Amanda Arévalo es una mujer sensible al corazón de Dios y al de los demás, hace parte del ministerio de danza de la iglesia La Casa en Bogotá, sus amigos la consideran una adoradora y una mujer que ha pasado por encima de los prejuicios propios y de otros.
Foto de portada de Greg Rakozy en Unsplash  

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