La sanidad de una voz profética

Estoy segura de que el 2020 también te dejo a ti un conjunto de conocimientos nuevos adquiridos por internet, mil maneras de reducir tu trabajo a un computador y una serie de recetas que por fin pudiste hacer o crear. Pero más que esas cosas estoy segura de que tuviste nuevas experiencias con Dios. Hoy te quiero contar una de las mías.

Mi nombre es Lucely Boj, soy de Guatemala y tengo 30 años, importante contarte que soy maestra de música y lo que más hago es cantar, comencé a hacerlo en la iglesia cuando tenía quince años.
Siempre creí que mi manera de comunicarme con Dios era a través de la música, y si alguien necesitaba una canción para sentirse más cerca de Dios, ahí estaba yo para cantarla. Cada domingo, martes y viernes, en la iglesia, estaba yo, cantando.
Si alguien se ausentaba, yo tomaba su lugar, si teníamos que hacer concierto para niños yo me ofrecía, cantar era mi razón de existir en ese momento.  

En abril de 2020, cuando estábamos todos encerrados, comienzo a sentir molestias en mis cuerdas vocales. Mis hermanos y yo teníamos a cargo la alabanza vía facebook todos los domingos y los viernes, y lo hacíamos con todo el entusiasmo. Pero después de cantar una canción, yo me sentía exhausta de la voz y tenía mucho dolor.
Un día decidí dejar de hacerlo porque me di cuenta de que empeoraba y empeoraba hasta que llegue al punto de no tener control de mi voz a causa del dolor. No podía siquiera afinar una nota.

Fui al doctor y me recomendó hacer silencio absoluto, no reír, no hablar y mucho menos cantar.
El encierro, sumado a mi silencio y a la tristeza por haber perdido mi voz, comenzaron a generar un estrés crónico. Mi trabajo de maestra durante varios años y cantar sin descanso, incluso estando enferma, ocasionaron lesiones.
En mi mente solo existían pensamientos como “acá acabó todo”, “No voy a poder seguir sirviendo”, “No sé hacer otra cosa”, etc.  La gente oraba por mí y me daban palabras sobre usar mi voz para ministrar a otros, en otros países y yo decía: “eso es imposible”. Simplemente no podía creerlo.

Ese año había entrado a la Escuela de Ministerio Sobrenatural Bethel de Guatemala.
El contexto: Estamos en junio, las clases son virtuales y seguimos encerrados.
El maestro nos dijo un día: "preguntenle a Dios como pueden ser útiles en esta temporada".
Mi oración fue (oraba mentalmente porque no podía hablar): "Señor, ¿cómo puedo serte útil en esta temporada? -y agregué-, cómo puedo ser útil sin mi voz?".

Esa noche tuve un sueño en el que hacía un letrero que decía: SI NECESITAS ORACION, VEN AQUÍ. Y en el sueño lo colocaba en la puerta del negocio de mi mamá, que queda en mi casa. Después de hacerlo llegó una persona en silla de ruedas, vio el letrero y pidió que orara por él. Tuve miedo y dije: "Jesús, yo he orado por enfermos y nunca se sanan, no puedo hacer esto". Él respondió: "tú no vas a hacer nada, yo sí", y comencé a sentir un calor en mis brazos mientras oraba por la persona, entonces la persona se levantó y comenzó a caminar.  

Cuando desperté, no sé si te pasa, pero yo olvidé el sueño. Ese día una chica tuvo un accidente frente a mi casa, se resbaló con su moto y la moto le cayó en el tobillo. Mis hermanos fueron rápido a auxiliarla y uno de ellos la llevó hasta el negocio, y la sentó en un banco que tenemos en la entrada, cuando esto pasó, automáticamente, recordé el sueño, aproveche los 5 segundos de valentía y le pregunte: "¿puedo orar por ti?" Ella dijo que sí. Se levantó el pantalón y su tobillo estaba completamente inflamado. Hice una oración supercorta y ella me agradeció.  
Luego de 20 minutos conversando dijo: "Me tengo que ir porque nadie sabe que salí, yo solo venía a la gasolinera que está aquí a la vuelta". Se paró y se dio cuenta de que podía apoyar el tobillo, y nosotros también lo vimos. Se levantó ligeramente el pantalón y la hinchazón había desaparecido, solo estaba un poco roja.  Dijo: "voy a ir por la gasolina".
Fue y regresó caminando como si nada. Recuerda que mi hermano la trajo cargada hasta donde estábamos. Creo que ella estaba en shock y nosotros también, porque no reaccionamos en ese momento. Solo lo hicimos hasta esa noche y no podíamos más que darle gracias a Dios por lo que Él había hecho.
Después de ese día mi hermana hizo el rótulo y sin importar nada lo colocamos en la entrada del negocio.  Todos los días llegaba alguien preguntando por el rótulo, orábamos y se sanaban.
El negocio de mi mamá era de uniformes escolares, obviamente no vendíamos nada por la pandemia, pero estábamos ahí todos los días orando por al menos una persona y Dios nos respaldaba.

Durante esta temporada entendí que, cuando estás dispuesto a servir con lo que tengas, Dios te usa y te respalda, no necesitas un título o pararte en una tarima para hacerlo.
Solo necesitas preguntar: ¿cómo puedo ser útil?
En mi silencio también entendí que no necesito un puente para comunicarme con Dios, no necesitaba la música, y ni siquiera mi voz para hablar con Él. En ese silencio solo estábamos Él y yo. Entonces mi razón de existir es Él y no lo que hago para Él.
Para terminar esta historia, en diciembre me invitan a cantar a El Salvador, yo seguía sin cantar, pero recordé las palabras que había recibido sobre ministrar a otros con mi voz. Así que en fe, dije que sí.
Viajé sin ensayar previamente, porque no podía cantar, y cuando estaba por cantar en la primera iglesia mi oración fue: "Dios, dijiste que lo harías, no yo". Comencé a cantar, y mientras lo hacía quería llorar porque mientras cantaba el dolor iba disminuyendo.

En esas dos semanas canté y ministré en seis iglesias, y fui sana mientras lo hacía.
A septiembre de 2022, llevo diez meses de vivir en El Salvador sirviendo a tiempo completo en la alabanza de Cielo Ministerios y hace unos días tuve el privilegio de cantar junto con Cielo Worship en la apertura de Sobredosis Colombia.

Dios cumple sus promesas aunque a veces nos falte fe para creerle.
Hay un propósito para tu vida, solo tienes que preguntarle cual es.
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6 Comments


Zul - September 16th, 2022 at 6:39pm

¡Gloria a Dios! Qué testimonio tan hermoso. Y me encantó como nos lo contaste. Muy muy power lo que hace nuestro precioso Señor. 😍❤️‍🔥

Marta Isabel Velásquez - September 16th, 2022 at 8:30pm

Soy testigo del proceso pero cuando leí no pude contener mis lágrimas es un pequeño resumen de tantas cosas maravillosas que vivimos como familia y espero que esté testimonio cruce fronteras para bendecir esas vidas que están sufriendo por cualquier enfermedad siempre hay esperanza en Dios en Jesús 🙏 el amor de nuestras vidas admiro a Lucy por atreverse a hacer lo que Dios le ha enviado hacer !!

Paola González Angulo - September 17th, 2022 at 2:56am

Tu voz siempre nos transporta al cielo, no solo cuando cantas, sino cuando ministras, predicas, enseñas, o solamente platicas con las personas. Mi vida es mejor desde que te conocí y doy Gloria a Dios por tu voz y por tu vida. Dios es bueno y pone ángeles, como tú en nuestro camino! Siempre orgullosa de ti!

Christian González - September 17th, 2022 at 10:37am

Espectacular, lo recuerdo como sí fuera ayer. Desde ese primer día que cantaste hasta el día de hoy, la gloria de Dios ha ido en aumento en tu vida. Bendigo a Dios por permitirme trabajar contigo

Julian - September 18th, 2022 at 6:57am

Wow! Que lindo gracias por compartir tu vida, veo que siempre has sido, eres y serás una bendición a cualquier lugar donde vayas, y esto no para aquí, continúa navegando en las aguas profundas de la belleza de Jesús. Un abrazo

Evelyn - September 18th, 2022 at 1:48pm

Y eso es solo el comienzo de todo lo que Dios tiene preparado para vos. Sos una mujer valiente, esforzada y con un poder en tu voz que cambia y transforma atmósfera. Le doy gracias a Dios por tu vida y por ese ministerio poderoso que Dios ha depositado en ti. Te amamos Lucely!!!

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