Todo empieza por Casa

“De modo que Dios creó a los seres humanos a su imagen. Sí, a su imagen Dios los creó. Y Dios los creó hombre y mujer. Luego Dios los bendijo y les dijo: “Tengan muchos hijos, para que llenen toda la tierra, y la administren…”
Génesis 1:27 - 28 NVB
Leyendo estos versículos podemos evidenciar un poco de la mente maestra de Dios. Él tenía un plan completo, todo pensado y enfocado en el bienestar de su creación más amada, que somos nosotros. No solo preparó todo un planeta para ponernos en él, nos hizo con sus manos conforme a Su imagen y semejanza, nos dio vida con Su Espíritu, pero ahí no quedó todo, nos dio la compañía de una pareja idónea y nos convirtió en familias. El plan fue completo, pensó en todo y la familia fue, a mi parecer, lo que Él creó como la base del bienestar y la estabilidad del ser humano.
Desde ese momento de la creación vemos con claridad que la familia nace desde el corazón de Dios, es un regalo que complementa y completa su obra. Pero también vemos cómo desde ese mismo instante la familia comienza a ser atacada con dureza y fuerza para separarla, y dejar al ser humano solo y alejado de lo que Dios pensó para él.
Para nadie es un secreto que a lo largo de la historia la familia, o el concepto de familia, siempre ha sido atacado buscando minimizar su importancia y relevancia, y en los últimos años esto ha aumentado en grandes proporciones. Pero, si lo analizamos con detenimiento, nada de esto sucede de forma aleatoria o únicamente como resultado de la decadencia social y demás cosas a las que podamos culpar.
Desde el propio Edén, dice la Palabra, que Satanás se presentó a la mujer y desde allí se abrió la grieta, el resto de la historia ya la conocemos. Me llama la atención que desde ese mismo instante inició no solo el ataque al ser humano, sino a ese núcleo llamado familia que Dios había instituido, trayendo división, culpa y más, pues era claro que Satanás conocía que el poder de la familia iba mucho más allá.
Si lo analizamos bien, cuando Dios establece la familia en el Génesis, en los versículos que están al inicio de este texto, es como si Él pusiera un sello especial a su creación. Dios sabía que ese núcleo no sólo haría un excelente trabajo administrando la creación y bendiciendo la tierra, sino que le proporcionaba a los seres humanos plenitud, estabilidad espiritual, física y emocional y que sus integrantes se complementarían mutuamente para hacer equipo con Él mismo y así bendecir la tierra. El plan iba mucho más allá, era más profundo, y Satanás también lo sabía, por eso desde siempre encontramos que existe una lucha imparable por dividir, separar, destruir y mostrar a la familia, como Dios la planeó, como algo malo y doloroso, incluso como algo incorrecto, esto lo entendí aún más al leer este conocido versículo: “Él hará que los padres se reconcilien con sus hijos y los hijos con sus padres; así no vendré a herir la tierra con destrucción total”. Malaquías 4:6 NVI.  
Por muchos años había prestado atención a este versículo sólo en la primera parte, con sinceridad y franqueza, nunca me había detenido a analizar lo que decía después, sólo me deslumbraba y maravillaba con esta promesa tan espectacular de reconciliación de las familias, pero ese resplandor me cegaba para ver lo que Dios sigue diciendo después.
Escuchando Perspectiva Profética 2023 fue cuando me percaté de esta verdad y vi con atención este versículo completo, confieso que quedé mind blown, si me permiten usar este término, no encuentro otra palabra para expresarlo. Dentro de lo que Dios ha estado hablando recientemente podemos escuchar y reconocer que Él va a traer un tiempo de grandes reconciliaciones familiares, citando las palabras del Pastor Edgardo Peña: “Veremos un avance de la restauración de vida de las familias. Aunque las cosas sean evidentemente difíciles, las familias están incluidas en los planes de Dios, que está trayendo una gloria mayor en la Tierra. Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que venga yo y hiera la tierra con maldición. Malaquías 4:6. Es necesario, que el Espíritu de Dios, opere restauración en las familias, para frenar el avance de la maldición en la Tierra. Y si el Señor, está hablando sobre una gloria mayor en la Tierra, así mismo empezarán tiempos de restauración en las familias, para el 2023.”
Aquí fue dónde entendí que las familias siempre van a ser heridas y atacadas, pues si la familia se divide y se destruye, viene maldición a la tierra. Por esta razón, el mover del Espíritu Santo está llevando a las personas a reconciliar y restaurar sus relaciones familiares y nosotros que ahora estamos recibiendo esta revelación tenemos también la tarea, no solo de reconciliarnos con nuestras propias familias sino también ser promotores de la restauración de muchas más. El propósito y plan de Dios nunca ha sido maldecir la tierra, ni siquiera la hubiera creado si verdaderamente se tratara de esto. El sueño de Dios es bendecir su creación y que nosotros seamos también bendición para ella, ese es su pensamiento plasmado en Génesis 1:26-28, así que preparémonos pues es el tiempo de la restauración y la reconciliación de las familias lo que traerá consigo abundante bendición y gloria. Seamos promotores de la reconciliación, comencemos por casa y mostremos al mundo que la familia es la respuesta.
¿Ya estás orando con nosotros en los martes de retorno?
Mónica Rubio es una mujer, mamá, esposa feliz y dedicada a la enseñanza,
en proceso de aprendizaje constante, con pasión por escribir y con un mensaje por contar.
Sueña con convertirse en escritora de cuentos infantiles y libros que inspiren.

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